¿Buscas actividades de arte para bebés? Hoy te voy a proponer un juego super creativo que le va a entusiasmar!
Por lo general, todos los seres humanos llevamos dentro un pequeño artista. Ofrécele, entonces, una nueva herramienta para que sea creativo y “fabrique” una, dos, tres, cien obras de arte sin la necesidad de usar óleo, lienzos, caballete, ni pinceles.
No pases por alto esta técnica que te muestro y evita las manchas de pintura en sus ropas, su cara, la mesa, el suelo y todo el mundo a su alrededor.
Las obras de arte muchas veces son interpretaciones que los artistas hacen sobre la cotidianidad; a veces disfrazada, a veces totalmente real.
Así mismo, ellas tienen la capacidad de reflejar la vida de sus creadores. Sentimientos de pasión, tristeza o comicidad salen a la luz en la obra misma siempre que el artista los experimente. Por eso se dice que la obra de arte es personal, sentimental y reflexiva, tanto, que se puede conocer la personalidad de alguien con solo admirar sus creaciones.
¡Dale a tu pequeño la posibilidad de reflejar sus sentimientos de alegría y dar a conocer la personalidad pura y libre que tiene, usando una técnica de arte muy sencilla que le va a encantar!
Los materiales
Los materiales que debes reunir para llevar a cabo esta actividad de arte con tupper son:
- Un tupper grande de plástico. Preferiblemente transparente para que el niño pueda ir viendo cómo le va quedando la obra
- Pinturas de témpera (también sirve el óleo si puedes acceder a él)
- Canicas o pelotas. Igual puedes usar los granos crudos que tienes en casa (frijoles, garbanzos, lentejas, elementos de la naturaleza como pueden ser piñas o piedras…)
- Cinta adhesiva
- Una hoja de cartulina blanca (tantas como pinturas quiera hacer el niño)
La actividad
Para comenzar, pídele a tu hijo que te ayude a introducir la cartulina dentro del tupper.
Recorta cuatro fragmentos de cinta adhesiva y pega la hoja, por sus esquinas, para evitar que se mueva con el movimiento.
A continuación, pide al pequeño que eche algunas gotas de pintura de los colores que prefieras en el fondo del recipiente. Vierte las pelotas dentro del mismo y cierra el bote con su tapa.
Explícale a tu hijo que la actividad consiste en agitar el bote de pintura en diversas direcciones y a la velocidad que él estime conveniente para que sean las pelotas, en su constante y caótico movimiento, quienes pinten sobre la cartulina y plasmen su obra de arte.
A medida que la tempera se vaya gastando es posible que necesites verter otras gotas dentro del tupper.
Si tu niño quiere hacer otras pinturas solo necesitas buscar témperas y cartulinas. Tanto el pote como las canicas, si las lavas bien, pueden servirte para hacer todas las creaciones que él desee.
Ahora bien, cada vez que tu pequeño crea que su trabajo está terminado debes ayudarlo a despegar la cartulina con sumo cuidado para evitar que la cinta adhesiva la rasgue. Usa la punta de una cuchara, por ejemplo, y despega la pegatina, pero solo del bote de plástico; deja que la cartulina mantenga su cinta adhesiva para aprovechar y pegar la obra en un mural que dispondrás en tu sala, o en las paredes de alguna habitación.
Ten presente que el arte es universal y que la buena creación deja de ser personal apenas sale al mundo y es atrapada por una enorme cantidad de seguidores. Toda obra y artista, necesitan eso.
Tu hijo debe reafirmarse como artista, sentirse reconocido y orgulloso de su trabajo.
Mamá, papá, la abuela, el abuelo, el resto de la familia, pueden ayudar y convertirse en el público que, ansioso, espera la exposición del Picasso más pequeño de la casa.